Hace unos días subí a mis redes sociales la imagen que ven
al lado, entre reacciones de “me divierte” “me enoja” y mensajes al inbox de
desprecio a la comunidad gay muchos me llamaron “hereje” y otros tantos me
mandaron con visa directo al infierno.
Además, para sorpresa mía, me eliminaron de “administrador”
de una página de apologética católica, con el mensaje de “lo siento, sus ideas
pro gays no comulgan con la fe católica”.
Mi reacción fue un “¡Dios mío!, ¡Qué pasa con la Iglesia de Cristo!” entendí
que para muchas personas la homosexualidad es el pecado más grave que pueda
ocurrir. Pero, ¿es esto correcto? ¿Qué dice la Iglesia sobre la homosexualidad?
¿La homosexualidad es pecado?
En esta publicación analizaremos este tema desde mi
perspectiva profesional (soy psicólogo por si no lo sabían) y desde la
enseñanza bíblica estudiada a la luz de la Iglesia.
Favor comparte con tus
amigos que crees que necesitan saber sobre este tema.
¿Es pecado la
homosexualidad (hombre y hombre; mujer y mujer)?
A esta pregunta yo la respondo de esta manera, ¿Es pecado la
heterosexualidad (Hombre y mujer)?
Muchos de ustedes me contestaran un categórico no, y no, no
lo es, ser heterosexual no es pecado, sin embargo los actos sexuales fuera de
las normas morales sí constituyen pecado mortal.
Explicando:
·
Si estas casado/a y tienes
relaciones sexuales con otra persona que no es tu pareja, pecas.
·
Si son una pareja de hombre y mujer y viven por años
teniendo relaciones sexuales sin casarse, pecan.
·
Si estas divorciado y te vuelves a casar y
tienes relaciones sexuales con tu nueva pareja pecas.
La Heterosexualidad (hombre y mujer) no es pecado, pero el acto sexual fuera
del matrimonio sí lo es.
De igual manera la homosexualidad no es pecado pero la relación
homosexual sí.
Al igual que cualquier acto sexual realizado fuera del
matrimonio católico, los actos sexuales entre personas del mismo sexo son
incompatibles, al no estar destinados a la procreación:
[...] 'los actos
homosexuales son intrínsecamente desordenados'. Son contrarios a la ley natural
[...] No proceden de una verdadera complementariedad afectiva y sexual. No
pueden recibir aprobación en ningún caso. Catecismo de la Iglesia Católica, # 23571
La Iglesia ha declarado que los «deseos» o «atracciones»
homosexuales no son necesariamente pecado en sí mismas ya que la persona que
tiene tendencias homosexuales no ha escogido tenerlas, y sería injusto
reprochárselas. Nosotros somos responsable de los pecados que hemos cometido
voluntariamente, sin embargo la orientación sexual no es elegida sino
adquirida.
Una persona gay o lesbiana, el tener una orientación
homosexual no significa que quiera ejercer una actividad homosexual.
Inclinación y comportamientos están relacionados, pero no se identifican ni se
implican incondicionalmente.
La Homosexualidad no
es pecado, el acto sexual sí lo es.
Aquí debemos de entender bien, la homosexualidad no es
pecado pero el acto sexual sí lo es. La relación homosexual se trata de materia
grave de pecado. La Iglesia enseña a la luz de la Palabra de Dios que se trata
de "depravaciones graves";
"los actos homosexuales son intrínsecamente desordenados. Son contrarios a
la ley natural. (...) No pueden recibir aprobación en ningún caso" (Catecismo de la Iglesia Católica, # 2357).
«Como sucede en
cualquier otro desorden moral, la actividad homosexual impide la propia
realización y felicidad porque es contraria a la sabiduría creadora de Dios. La
Iglesia, cuando rechaza las doctrinas erróneas en relación con la
homosexualidad, no limita sino que más bien defiende la libertad y la digitad
de la persona, entendidas de modo realístico y auténtico» (CDF, Atención pastoral a las personas
homosexuales, n. 7).
Para no relativizar mis palabras, la condición homosexual no
es pecado, el acto sexual en sí, lo es.
``No te acostarás con
varón como los que se acuestan con mujer; es una abominación” Levítico 18:22
``Si alguno se acuesta
con varón como los que se acuestan con mujer, los dos han cometido abominación;
ciertamente han de morir. Su culpa de sangre sea sobre ellos” Levítico 20:13
El acto homosexual,
¿el peor de los pecados?
Este último texto, Levítico 20:13, fue compartido por un
contacto del Facebook, que es pastor protestante, en una foto que le hizo a su
Biblia con este texto resaltado. Muchos les comentaron frases de odio a las
personas homosexuales, frases como “deben morir, la Biblia lo dice” “malditos
depravados” y epítetos similares, ya los imaginaran.
Sin embargo yo me limite a preguntar, “caramba, me sorprende
que no hayas marcado los textos anteriores a ese versículo”.
Leamos:
``Si un hombre comete
adulterio con la mujer de otro hombre, el adúltero y la adúltera ciertamente
han de morir. Si alguno se acuesta con la mujer de su padre, ciertamente han de
morir los dos; su culpa de sangre sea sobre ellos. Si alguno se acuesta con su
nuera, ciertamente han de morir los dos, han cometido grave perversión; su
culpa de sangre sea sobre ellos.…” Levítico
20:10 - 12
¡Cuánta gente merece morir! ¡Y ustedes solo están señalando
a los homosexuales!
Leamos más de la enseñanza bíblica:
“¿O no sabéis que los
injustos no heredarán el reino de Dios? No os dejéis engañar: ni los inmorales,
ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los que cometen actos homosexuales, ni los
ladrones, ni los avaros, ni los borrachos, ni los difamadores, ni los
estafadores heredarán el reino de Dios” 1 Corintios 6:9-10
Cuando leemos estos textos debemos de ir más allá de la acusación
de los otros y sus pecados, sino a una revisión exhaustiva si yo figuro en tan
nefasta lista, ya que es irracional que un borracho mande al infierno a un gay
si él también se irá. Sí, lee de nuevo, tampoco los borrachos heredaran el
reino de los cielos.
Ahora bien, las obras
de la carne son evidentes, las cuales son: inmoralidad, impureza, sensualidad, idolatría,
hechicería, enemistades, pleitos, celos, enojos, rivalidades, disensiones,
sectarismos, envidias, borracheras, orgías y cosas semejantes, contra las
cuales os advierto, como ya os lo he dicho antes, que los que practican tales
cosas no heredarán el reino de Dios. Gálatas
5:19-21
La Iglesia, por lo tanto enseña como pecado los actos
sexuales entre personas del mismo sexo, sin embargo proclama oficialmente
respeto y amor por aquellos que tienen atracción por personas del mismo sexo.
Por lo tanto la
Iglesia Católica se opone oficialmente a la persecución y la violencia en contra
de las personas homosexuales
Un número apreciable
de hombres y mujeres presentan tendencias homosexuales instintivas. No eligen
su condición homosexual; ésta constituye para la mayoría de ellos una auténtica
prueba. Deben ser acogidos con respeto, compasión y delicadeza. Se evitará,
respecto a ellos, todo signo de discriminación injusta. Estas personas están
llamadas a realizar la voluntad de Dios en su vida, y, si son cristianas, a
unir al sacrificio de la cruz del Señor las dificultades que pueden encontrar a
causa de su condición. Catecismo de
la Iglesia Católica, # 23581
Para aquellos que tienen atracción por personas del mismo
sexo, la Iglesia Católica ofrece el siguiente consejo:
Las personas
homosexuales están llamadas a la castidad. Mediante virtudes de dominio de sí
mismo que eduquen la libertad interior, y a veces mediante el apoyo de una
amistad desinteresada, de la oración y la gracia sacramental, pueden y deben
acercarse gradual y resueltamente a la perfección cristiana. Catecismo de la Iglesia Católica, # 23591
La Iglesia llama a la castidad universal para todas las
personas de acuerdo con su estado en la vida. Sin embargo, los católicos
heterosexuales tienen la opción de expresar su castidad a través del amor en el
matrimonio y los homosexuales pueden tener relaciones interpersonales unos con
los otros, con tal de que sean célibes.
Para concluir.
Frases de rechazo y esgrimir
textos bíblicos para atacar a la comunidad LGBTI no es una muestra de respeto y
cariño al que nos llama la Iglesia, nuestra actitud ante las personas
homosexuales debe de ser de cercanía, de amistad sincera.
Yo por mi parte me enorgullezco
de tener entre la lista exclusiva de mis mejores amigos a muchos que son
homosexuales, ellos ven en mí el respeto y afecto que muchos en la Iglesia les
niegan. Frases como “wow nadie me había hablado de Dios como vos lo has hecho” “Todos
me rechazan y dicen que iré al infierno” son expresiones habituales de amigos
que entre confidencias me han contado sus situaciones de vida.
Sé que tendremos muchos
comentarios así que los invito a dejarlos en las cajas de comentarios aquí abajo,
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